LA SAETA

El Pasmo de Sicilia

El Pasmo de Sicilia, también conocido como Caída en el camino del Calvario, La subida al Calvario o El monte Gólgota, es un cuadro del artista del Renacimiento Rafael Sanzio, conservado en el Museo del Prado de Madrid, procedente de la antigua colección de los reyes de España.
Fue pintado hacia 1515 (según otras fuentes, en 1517).^{1 2} Originariamente se trataba de un óleo sobre tabla, pero fue pasado a lienzo en el siglo XIX. Está firmado en la roca que se encuentra junto a la figura de Cristo.³
Lo curioso de su nombre en castellano deriva del lugar al que iba destinado, el convento de Santa Maria dello Spasimo (Nuestra Señora de las Angustias) de Palermo, Sicilia.⁴ El cuadro figura con este nombre en las fuentes antiguas desde su llegada a España. También se le conoce, en italiano, como Lo Spasimo.

 

ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN EN CÓRDOBA

1. La imagen de Nuestro Padre Jesús de los Reyes, realizada por el imaginero cordobés, Juan Martínez Cerrillo, hacia el año 1963. Esta imagen nosla primera que hiciera este artista para la hermandad, sino que años atrás, concretamente en 1945, modeló otro Nazareno, pero las escasas dimensiones de la talla provocaron que no gustara e la cofradía y se terminara realizando este encargo.
2. El grupo escultórico de la parroquia de San Lorenzo, que abre los desfiles de la Semana Santa cordobesa, nos muestra a Jesús sobre el jumento, con la mano derecha ; la figura Jesús se caracteriza por su perfecta anatomía; La cabeza presenta una melena ondulada y una barba cerrada, enmarcando el rostro, un rostro que denota tristeza, mirada ensimismada, boca entreabierta, parece saber que futuro le espera. Alza levemente su mano derecha en ademán bendicente, mientras que con la izquierda sostiene las bridas del animal. Cristo monta a la amazona, según lo más común en las representaciones modernas, si bien no faltan versiones en las que el Mesías cabalga a horcajadas. El propio Martínez Cerrillo, autor de la obra que nos ocupa, eligió esta segunda postura en la imagen homónima de Nueva Carteya. Realmente, ambas formas de cabalgar gozan de suficiente solera en la plástica; tal como podemos ver en los muros de San Baudilio de Berlanga y en el frontal de Sagás, los pintores románicos las utilizaron indistintamente.
3. En el año 1992, el imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado remodeló la obra que nos ocupa, con el fin de adaptarla a los cultos de Semana Santa; se pretendía separar a Nuestro Padre Jesús de los Reyes de su cabalgadura, por lo que las modificaciones afectaron a pies y mano, con el fin de poder presentarlo a lomos de la borrica y, a su vez, entronizarlo. Esta reforma lleva consigo, asimismo, la transformación de dicha imagen —hoy vestida de escultura— en un maniquí articulado que admitiera indumentaria postiza. En principio, el Mesías hace su entrada en solitario, sin que aparezca en el paso ninguno de los figurantes propios de la representación. No obstante, los cuatro angelotes que dispuso Miguel Arjona en las esquinas del mismo recuerdan a los niños que vitorearon a Jesús, dinamizan el conjunto e introducen esa nota de pueril inocencia tan propia de las versiones plásticas de este pasaje evangélico. Posteriormente, se ha hecho más complejo.